Por fin! Qué bien se siente estar de vuelta escribiendo después de lo que fue una estresante semana. Entre tareas, exámenes y muchos proyectos, a veces creo que no me queda más tiempo para lo que realmente me gusta hacer. A pesar de eso, escribir en este blog me trae siempre una gran sonrisa al rostro y aún más viendo como ustedes pueden compartirlo conmigo. Por eso quiero dar gracias a todos los lectores que siguen a Proyector en Espera; en especial a aquellos que continúan leyendo a pesar de los tantos retrasos y contratiempos que suelo tener al actualizarlo. No los hago esperar más, por lo que he aquí la entrada de hoy…
“Últimamente he sentido cierto alejamiento por mi parte hacia el cine oriental. Es claro que no puede ser por falta de material (Aun necesito ver gran parte del cine de Ozu, Kurosawa y Oshima) ni tampoco falta de interés, entonces, ¿Qué será?” Con esta mismísima pregunta me tope hace un par de semanas, cuando iba a publicar mi reseña de Únicamente Existe un Sol (There is Only One Sun, China, 2007) de Wong Kar-Wai, por primera vez en este blog. Esto ocurrió cuando recién entraba en ese proceso de adaptación hacia mis responsabilidades, por lo que la crítica quedo volando y sin poderla aterrizar. A pesar de esto, la idea de reseñar un filme tan particular como este me invito a intentarlo una vez más.
Un trabajo como Únicamente Existe un Sol es único en su especie. Algo que muy pocas veces vemos por estos lares y más aún cuando un renombrado director es puesto a cargo. Una confusa mezcla entre obra artística y vehículo publicitario que nace de la unión de dos medios visuales. Para introducirlos un poco más a lo que me refiero, he aquí un poco de historia: En 2007, Philips cierra un contrato con el aclamado director Wong Kar-Wai para realizar un cortometraje publicitario que sería puesto en Internet. Esto con el fin de promocionar su nueva línea de televisiones Aurea Ambilight. Kar-Wai se ve con libertad artística del proyecto con lo que necesita integrar los productos ya mencionados. El resultado, lejos de ser un simple comercial estilizado, se convierte en un buen cortometraje por sus propios méritos. Algo increíblemente raro en la industria, o al menos de una forma tan directamente relacionada e implícita. Es probable que ambos medios tomen características del otro a un ritmo diario pero el trabajo que vemos aquí es algo más que unas ideas prestadas. Una serie de imágenes impactantes a la vista por sus fuertes colores y contrastes. Posees estilizadas que van desde simples movimientos rítmicos hasta secuencias momentáneamente abstractas. Todo eso júntense con una pequeña historia y Kar-Wai pasa de simple director creativo a una especie de visionario en el medio.
Únicamente Existe un Sol posee una buena serie de atributos que merecen mención pero nada más significativo que su bien estructurada narrativa. Kar-Wai no se detiene ante las restricciones que sufren los videos publicitarios, en vez de eso, intenta sacar provecho de las necesidades en las que se ve involucrado. Una historia compleja no podría existir puesto que el mensaje original se perdería pero su no existencia puede llevarnos a perder lo que en un principio veíamos interesante. Son esos momentos donde Kar-Wai hace uso de personajes que con poco puedan decir mucho y los introduce a la historia. Que mejor elección pudo haber hecho que una agente secreta llamada 006, quien necesita investigar un caso que involucra a una importante figura llamada Light. Para esto, la Agente 006 necesita fingir ceguera con el fin de ganar su confianza, o ese era el plan hasta que ella comienza a sentir un lazo emocional con el involucrado. ¡La clásica de espías!, Qué más puedo decir. La interacción entre la Agente 006 y Light se torna tensa y a momentos intima, todo con el fin de romper la monotonía e interesarnos por los personajes. El porqué, cómo, cuándo y el cual pasan a ser inutilizados puesto que, realmente, con espías no necesitamos saber más.
Tampoco podría hablar de este proyecto sin mencionar el motivo de su creación, promocionarnos una variada gama de luminosos televisores. Kar-Wai opta por una salida inteligente a esta cuestión. Mientras que muchos otros pondrían el título de la marca por todos lados, llevando el concepto de la muestra a la explotación; Kar-Wai juega sus cartas por debajo de la mesa. Si se necesitan poner teles, porque habría de hacerse de otra manera que no fuera sino para la ambientación. Un mensaje constante, directo y llamativo que comunica perfectamente bien lo que Philips intentaba vendernos. Un ambiente. Los fuertes contrastes y fusiones de color hipnotizan al espectador, casi como algo rítmico y desconocido. Evocando lo que desconocemos, con el fin de interesarnos por lo que vendrá.
Únicamente Existe un Sol puede no ser una de las mayores o más influyentes obras del maestro Kar-Wai (Chungking Express (1994) es aun la cinta más influyente y citada de su carrera), pero esto es definitivamente un paso en la buena dirección. Innovador, evocativo y hasta hipnótico son solo algunos de los adjetivos que personalmente daría a este trabajo. Quizás no lo mejor, pero definitivamente lo más interesante.
Únicamente Existe un Sol: There is Only One Sun - Short of the Week
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