Me gustaría empezar la entrada de hoy disculpando la falta de una ayer. Estuve muy ocupado y lamentablemente no me dio tiempo de ver ninguna de las películas que había planeado. Otro punto importante es que el “Especial – La Historia de la BBS” se verá presentando en partes numeradas y no en una sola semana como tenía planeado. Esto último debido a que el periodo de exámenes está cerca y de eso dependerá el tiempo que tenga para esos filmes.
Volviendo de nuevo a la entrada, el día de hoy escribo acerca de un trabajo inusual pero con un gran sentido de lo que es ser especial. El Código de Thomas Beale (The Thomas Beale Cipher, EUA, 2010) de Andrew S. Allen. Además de iniciar con una premisa bastante interesante; el cortometraje se destaca por una razón: Su técnica de animación. Lo que se puede ver en los diez minutos de duración del filme es algo jamás antes usado en el medio. De inicio sabemos que será algo original y lo bueno es que cumple en todo sentido.
La historia es interesante y mantiene el interés del espectador de inicio a fin. Todo comienza con la narración de un extraordinario criptógrafo, el Profesor White. Por años se ha intentado descifrar uno de los códigos más enigmáticos de la historia, el Código de Thomas Beale. White está a un solo paso de ser el primero en hacerlo pero no sin compañía indeseada que trate de evitarlo. Con esa historia como base, se empieza a desenvolver una narrativa relativamente linear. Esto no es malo en ningún sentido pues su ejecución ha sido muy cuidada.
El reparto seleccionado por Allen da personalidad de forma única a cada personaje especialmente a White. Uno de mis aspectos favoritos en el corto es la naturaleza sistemática de White. Siempre previendo que ocurrirá y adelantándose a la situación antes de que esta lo atrape a él. La gran satisfacción personal que le causa estar tan cerca que incluso podría oler el oro frente a él. El resto de los personajes se tornan intrigantes al momento de entrar a la mejor escena. Involucrando un tren, múltiples sospechosos y un suspenso bien logrado, Allen crea villanos simples pero efectivos.
Sin embargo, el aspecto más único y gratificante tiene que ser la animación presentada aquí. Como ya mencione antes; esta nueva técnica es única en su tipo y que mejor forma de presentarse que usándose creativamente. Desde las ingeniosas texturas hasta los efectos que nos dan la ilusión de estar en un periódico. Esa variedad de efectos sacan a relucir los mejores momentos de este pequeño filme. Cada segmento de importancia es resaltado por una inteligente secuencia. Todo esto nos da un increíble espectáculo visual, uno de eso que tienen que verse para realmente entenderse.
Cuando uno tiene la oportunidad de apreciar estas breves historias, es cuando el medio en cortometraje se torna realmente satisfactorio. Allen únicamente nos da un ejemplo de lo magnífico que son estos trabajos cuando se realizan con cuidado y pasión. El Código de Thomas Beale rompe el molde de lo convencional, volviéndose así una pieza de arte excepcional. A continuación dejo el link al cortometraje completo, realmente recomendado.
El Código de Thomas Beale: The Thomas Beale Cipher - Short of the Week
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